¿Quién no se ha maravillado alguna vez con los hermosos
cambios de estaciones en el sur de nuestro país, con el proceso de
transformación del agua o simplemente con un bello amanecer?
La naturaleza en sí misma no admite la imperfección, la debilidad, enfermedad,
la vejez, ni el desequilibrio. Un símil es lo que sucede en el ciclo de la vida
de los seres vivos, cuya parte de su perfección y misión en la tierra es nacer,
crecer, reproducirse y morir.
A lo largo del tiempo el planeta tierra ha cambiado su estado, haciéndose apta para la vida de los seres generando diversos hábitat para distintos tipos de animales. Por ejemplo, el oso polar que soporta extremas temperaturas en la tundra polar en invierno, para luego aparecer en primavera en busca de comida después de una larga hibernación. También, encontramos al elefante que vive en el desértico África y sin agua, es más este paquidermo puede sobrevivir a periodos húmedos y secos a lo largo de su vida.
Por otra parte, “para la naturaleza, lo peor que le puede suceder es la extinción de las especies, ya que con eso se pone en peligro el equilibrio necesario en todo ecosistema.
En esta cadena natural, cada especie necesita de
la otra para sobrevivir”, señalan los Conservacionistas.
En consecuencia, algunas de las principales
amenazas a las especies son la contaminación, el cambio climático, accidentes
naturales, la persecución y matanza por
el valor de sus pieles, la caza y pesca intensiva para comercializar sus carnes, además del
crecimiento de las ciudades.
Las últimas estadísticas señalan que los índices
de extinción de especies animales son mucho mayores de lo que se había previsto
hace apenas unos años, explica el periodista de la BBC Emilio San Pedro.
Por otro lado, cabe señalar que la cantidad de energía que se recibe del Sol en la superficie terrestre depende del ángulo al que la potencia solar llega a la Tierra, es por esto que en las selvas los rayos del sol son muy débiles y no poseen la suficiente energía para hacer crecer árboles. Del mismo modo, “el aumento de los niveles de radiación UVB ha generado un incremento importante en las tasas de mortalidad de los organismos marinos. Asimismo, se ha detectado que corales, crustáceos, larvas y huevos de peces son los más sensibles. Además, se puede determinar los efectos que puedan tener los cambios en la radiación UVB incidente en los organismos marinos, señala Susana Agustí, investigadora del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Por tanto, el sol influye tanto en las vidas de los seres humanos y en la vida en los océanos del planeta tierra.
En lo que respecta a la importancia del agua en la vida, cabe destacar que siempre la vida en la Tierra ha dependido de esta. Investigaciones revelan que la vida se originó en este elemento y que los animales han evolucionado hacia una existencia terrestre, pero siguen manteniendo dentro de ellos su propio medio acuático, encerrado, y protegido contra la evaporación excesiva.
Es bien sabido que el agua compone más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos e interviene en gran parte de los procesos metabólicos que los seres vivos realizan, por ejemplo, en las plantas desempeña una especial labor en su fotosíntesis. Además de ser el hábitat de una gran parte de los organismos acuáticos, cubriendo tres cuartas partes del globo terráqueo.
Dada la importancia del agua para la vida de todos los seres vivos, y debido al aumento de las necesidades de ella por el continuo desarrollo de la humanidad, el hombre está en la obligación de proteger este recurso y evitar toda influencia nociva sobre las fuentes del preciado líquido.
Sobran razones y argumentos de porque nunca terminaremos
de maravillarnos con los procesos y con nuestro planeta en sí. Es
irrefutable decir que la tierra es nuestro hogar, nuestra cuna, el lugar donde
habitamos millones y millones de especies y formas de vidas. Por eso es
necesario que nos preocupemos y meditemos en lo importante que es cuidar el
planeta. Por ejemplo, la inmensa obra natural que encontramos en nuestra
América del Sur, la selva amazónica, a la que llaman “el pulmón del planeta” debido a su espesa vegetación que limpia la mayor
parte de gases tóxicos del planeta. Eso quiere decir que el gas carbónico, que
producimos al respirar, y que es tóxico, es tomado por estos árboles y
convertido en oxígeno gracias al proceso de fotosíntesis. Pero, si ocurriese
una deforestación, el calentamiento global se dispararía a niveles impensables
y también se perdería la biodiversidad por extinción de plantas y animales,
afirman diversos ambientalistas de Brasil. Por otra parte, si nos dirigimos a
los polos árticos, encontraremos la triste realidad de los deshielos, que
además de perjudicar la vida animal del lugar, hace que aumente el nivel del
mar y afecte a las ciudades costeras de todos los continentes. Queda claro
entonces, que todo en la tierra está conectado, todo lo que daña una parte del
planeta, afecta sin dudar a otro lugar, sin importar a la distancia en la que
se encuentren ambos puntos. Por lo tanto, es necesario recordar lo
importante que es preocuparse por la salud de la naturaleza, ya que no sabremos
cuando nuevamente podamos disfrutar de estos maravillosos regalos de Dios, como
lo son: la flora y fauna.
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